Un joven skater bogotano empieza a crear contenido con un celular dañado y muchas ganas. Graba la vida urbana con humor y realismo, superando el miedo al qué dirán y enfrentando obstáculos como trabajar de noche y ser estafado al comprar un celular nuevo. Aun así, no se rinde. Sus videos comienzan a conectar con la gente y lo reconocen en la calle. Descubre que su propósito no es solo hacer reír, sino representar a los invisibles del barrio. Su mensaje final es claro: hay que intentarlo, así sea con miedo y con lo poco que se tenga.
